Edgar Cayce, un hombre modesto y sencillo, sin más formación escolar que los seis primeros años de la escuela elemental. De pronto, empieza a vaticinar catástrofes y acontecimientos tan extraordinarios como las dos guerras mundiales y el asesinato del presidente Kennedy. O bien, revela métodos y procedimientos para el tratamiento de enfermedades consideradas incurables, y pone a estudiar a médicos y científicos.
Los documentos que contienen sus clarividentes revelaciones, conocidas con el impropio nombre de lecturas, al fin ha sido puestas a la disposición de un acucioso investigador, Jess Stearn.
Un geólogo de Harvard, expertos en medicina y científicos especializados en diversos campos han collaborado con Stearn en el estudio del material técnico que Edgar Cayce ha legado a la posteridad. Por su parte, Stearn entrevistó a muchas personas que de diversas maneras recibieron los beneficios de la clarividencia del profeta.
El resultado de esta labor coordinada es esta biografía de uno de los hombres más significativos del siglo, de un hombre dotado de una facultad especial para trasmitir a los demás mensajes benéficos o trascendentes, que él recibía durante el sueño y cuyo contenido parecía destinado a hacer que sus semejantes participaran en foma consciente en los planes de Dios.
Entre las profecías bien fundadas de Edgar Cayce hay aún algunas que están por cumplirse. Los acontecimientos pasados son el mejor testimonio de autenticidad de vaticinios anteriores. Jess Stearn, al ofrecer a los lectores de este libro la documentación más completa, los invita a reflexionar sobre el futuro y a aportar su colaboración consciente. La lectura de Edgar Cayce, el profeta durmiente es apasionante. Sus frutos pueden ser trascendentales.
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